HISTORIA

ÍNDICE
1.UBICACIÓN
2.NOMBRE
3.HISTORIA

UBICACIÓN
Santuario De Las Lajas, Potosí, Las Lajas, Ipiales, Nariño, Colombia
Al norte de Ecuador, desde Tulcán, provincia de Carchi, se pasa la frontera a Colombia, se llega a la ciudad de Ipiales.  El Santuario se encuentra a 10 km en automóvil de dicha ciudad.
El municipio de Ipiales está al suroccidente de Colombia,  en el altiplano andino de Túquerres e Ipiales, departamento de Nariño.  La ciudad se encuentra a 3 km. de la frontera colombo-ecuatoriana y a 82 km. de Pasto.  Se comunica con el interior del país por la carretera Panamericana, la que continúa por la población ecuatoriana de Tulcán, luego de atravesar el puente internacional de Rumichaca, que en lengua quechua significa “puente de piedra”, sobre el río Carchi, el cual en territorio nariñense se denomina Guáytara (río azul) a 800 metros, desde el mirador de Ipiales.

NOMBRE

En diciembre de 2015, el diario británico The Telegraph otorgó el nombre de la “iglesia más bella del mundo” al Santuario de Las Lajas.  Fue impresionado por su estilo gótico, su arquitectura medieval y su situación topográfica entre los riscos del Altiplano Andino (levantado sobre un cañón, a una altura de 100 metros sobre el río Guáitara, en la frontera con Ecuador).
En cuanto al nombre del santuario, se debe al material en que está construido: El nombre laja viene del tipo de roca plana sedimentaria.


HISTORIA 


A lo largo de América Latina, las historias de milagros y de hechos fantásticos viajan por la región y se detienen muchas veces en las iglesias. En Colombia, muchas de estas historias rodean al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas.

Los orígenes y las historias que resguarda el lugar son muchas, y datan por lo menos del siglo XVIII.Una de las más famosas cuenta la historia de María Mueses de Quiñones, y los milagros que la Virgen concedió a su hija:

[Las] protagonistas [de esta historia] son la india María Mueses de Quiñones, descendiente de antiguos caciques [jefes de tribu] y su pequeña hija Rosa, sordomuda de nacimiento. El lugar de los hechos se sitúa en los andes ecuatoriales a 2.600 metros de altitud, a media cuesta de una profunda quebrada sobre el río Guáitara, en el municipio de Ipiales, en el extremo sur de la actual Colombia, a diez kilómetros de la frontera con Ecuador. […] Al llegar a la cueva del Pastarán, [María] se detiene para descansar. La niña [su hija Rosa] entonces se desliza suavemente de la madre y empieza a trepar por las lajas. De pronto María escucha que su hija le habla: “Mamita, vea a esta mestiza que se ha despeñado con un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados”. Desconcertada, [María] no atina sino a coger a la niña y huir del lugar.

Y la historia continúa con un hecho aún más asombroso, pues Rosa no solamente recupera el habla: Rosa cayó gravemente enferma y murió. La desconsolada madre, concibió entonces la idea de llevar el cuerpecito sin vida de su entrañable hija a los pies de la Señora del Pastarán, para recordarle las flores y velas con que la niña solía obsequiarla y pedirle encarecidamente que le restituyera la vida. Ante los ruegos insistentes y las copiosas lágrimas, ante la fe que no se doblega, la Virgen no resistió y obtuvo de su Divino Hijo la gracia de la resurrección de la pequeña Rosa.


Desde 1951, por decreto de El Vaticano, se realizó la coronación canónica de Nuestra Señora de las Lajas y el santuario fue declarado basílica en 1954.